jueves, 22 de noviembre de 2012

Reflexiones


Yo te lo doy, yo te lo quito

En estos días "primaverales" de mitad del mes de noviembre de 2012, donde ni siquiera el tiempo climatológicamente hablando es coherente, los jueces de nuestro país han alzado la voz contra la injusticia de los desahucios y la ley hipotecaria que los hace posible.  

Es desde luego, una buena noticia. También algo lógico, puestos que son ellos, los jueces, quienes declaran, una vez presentada por la entidad financiera la denuncia judicial, la vivienda embargada. Posteriormente la vivienda se subasta y meses después, el proceso concluye con el desahucio de la vivienda, algo que se ha puesto lamentablemente  de actualidad en estos meses y con consecuencias trágicas.

Llegados a este punto, considero necesario dar una serie de datos relacionados con el tema. En España, se han producido más de 400.000 ejecuciones hipotecarias desde 2007. Se han producido por consecuencia 350.000 desahucios. A estos datos hay que añadirles los más de 50.000 procesos de ejecución hipotecaria iniciados en el segundo semestre de 2012, por lo que se superarán las 400.000 ejecuciones. Es esta una situación de emergencia social y alarma social que al parecer logra hacernos conscientes de que algo está fallando.

La Ley Hipotecaria que reglamenta el mercado hipotecario es el Decreto de 8 de febrero de 1946, en esta se han ido produciendo modificaciones sin alterarla en el tema que nos ocupa.

En febrero de 2011, el PSOE y PP rechazaron una proposición de ley de ERC, IU e ICV que reclamaba cambiar la legislación hipotecaria en el sentido de obligar a las entidades bancarias a aceptar la dación en pago, es decir que la entrega de la vivienda sea suficiente para cancelar el préstamo.

En junio de 2011, de nuevo el PP y PSOE rechazaron la propuesta de una proposición de ley por parte de BNG y apoyados por IU, ICV y ERC, para reformar la legislación en materia hipotecaria que permitiera la dación en pago.

Con todos estos antecedentes la reflexión sería preguntarse ¿por qué en noviembre de 2012 los jueces se pronuncian en contra de esta ley y no hicieron lo mismo cuando se produjo el primer desahucio?, puesto que la ley seguía siendo igual de injusta. ¿Qué ha cambiado ahora?. Según respuesta del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gonzalo Moliner, los jueces están obligados a aplicar las leyes vigentes. Vale, esto aclara algunas cosas, la ley se aplica por obligación pero la justicia brilla por su ausencia. Como si no, se puede entender la situación producida. Los profesionales de la justicia que hoy muestran su desacuerdo en esta ley que tan injustamente está tratando al más desprotegido, han estado simplemente aplicando desde muchos años atrás una ley que a ellos mismo les parecía ilícita y desde luego lo han profesado sin la más mínima sensibilidad. Y solo por obligación.

Me produce la sensación de que una vez más se pasan la pelota unos a otros sin que verdaderamente exista voluntad de solucionar nada. De acuerdo que las leyes las dictan los gobiernos, y que en este caso los jueces son los obligados a aplicarlas pero, y el factor humano, y la verdadera esencia del término justicia ¿dónde quedan? .¿Por qué los jueces, abogados,  no advirtieron al gobierno de turno que existían en esta Ley, apartados indignos que van en contra del ciudadano al que se le aplican?.¿Por qué llegar a la alarmante cifra de 350.000 "desahucios de personas"?

Si los justos guardan silencio, desvían sus miradas y no escuchan, si solo el objetivo de su función es puramente administrativo y económico, es comprensible que la ciudadanía no confíe en la justicia, en sus representantes, en sus políticos y aún menos en el sistema.

Y yo insistiría en la misma pregunta que hice en mi anterior reflexión, a quien me pudiera contestar  ¿Dónde están las personas?. ¿Dónde estamos representados en este sistema que crece y crece aplastándonos, privándonos cada vez más de derechos y de la posibilidad de ser protegidos ante la iniquidad?.

Sinceramente, llegar a este punto y leer posteriormente en prensa, que el gobierno ha aprobado un nuevo decreto para paliar los efectos de los desahucios y resulta que es un parche que no resuelve los problemas de fondo, pero que sigue beneficiando a la banca, afirma más que las personas estamos desaparecidas en este sistema.

Hay mucho más que decir sobre el tema pero se extendería demasiado la reflexión, solo añadiré que en esta Ley Hipotecaria, quizás algunos profesionales no lo sepan, la dación en pago ya existe. En su artículo 140 de la SECCIÓN II del TÍTULO V copio y pego lo que dice a continuación:


No obstante lo dispuesto en el artículo 105, podrá válidamente pactarse en la escritura de constitución de la hipoteca voluntaria que la obligación garantizada se haga solamente efectiva sobre los bienes hipotecados.

En este caso, la responsabilidad del deudor y la acción del acreedor, por virtud del préstamo hipotecario, quedarán limitadas al importe de los bienes hipotecados, y no alcanzarán a los demás bienes del patrimonio del deudor.

Cuando la hipoteca así constituida afectase a dos o más fincas y el valor de alguna de ellas no cubriese la parte de crédito de que responda, podrá el acreedor repetir por la diferencia exclusivamente contra las demás fincas hipotecadas, en la forma y con las limitaciones establecidas en el artículo 121.

Como cualquiera puede imaginar, se puede contar con los dedos de una mano las hipotecas que en nuestro país bajo el mencionado artículo 140 se han constituido. Se le denomina hipoteca y si observamos con atención lo que realmente formalizamos se trata de un contrato de préstamo con garantía personal.

Algunos consejos para evitar dudas, cada vez que digamos mi piso, lo reemplazaremos por mi préstamo, ya que ellos te lo dieron, pero algún día te lo pueden quitar. Son los verdaderos dueños, todo se lo debemos, inclusive nuestra felicidad.

Paseo por la calle en este mes de noviembre y el termómetro de la acera marca 20 grados de temperatura, quizás esta sea una señal de que todo ha cambiado al revés, curioso ahora llega a mi memoria que también desde Europa llegaron declaraciones contrarias a la Ley hipotecaria española, ¿también lo sabían desde hace años?


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