jueves, 13 de septiembre de 2012

Reflexiones


Lo que NO está pasando
 
Somos conscientes de que en cuestión de meses los representantes políticos elegidos en las urnas por mayoría, han suprimido prácticamente la totalidad de los derechos laborales para los trabajadores por cuenta ajena, para que nos entendamos, el que cobra una nómina mensualmente y está sujeto a un contrato laboral. Derechos, por los que se lucharon activamente en el pasado con sudor y sangre.

El acceso a la cultura ha sido tasado, de manera que solo el que posea capacidad económica suficiente para abonar el pago requerido podrá recibirla. Este hecho provocará la exclusión casi de forma automática de una inmensa mayoría de jóvenes para matricularse en la Universidad y hacer una carrera.

En materia sanitaria, el panorama no puede ser más desolador. Se pretende mutualizar, es decir pagar un añadido por consulta, hospitalización, intervención, receta, etc. Disolviendo con esta medida la línea que existía entre lo privado y lo público en el ámbito sanitario.

En el tema de los impuestos, el gobierno decide elevar el IVA, un impuesto indirecto que grava casi la totalidad de productos de consumo,  escolares, etc.

Por la otra parte nos incrementan el IRPF, este es un impuesto personal y directo que pagamos los ciudadanos por nuestros ingresos personales, por lo que merma nuestro poder adquisitivo reduciendo de esta forma nuestra capacidad de consumo.

Las "razones" de que todas estas medidas (existen más pero estas son las que directamente nos afectara a corto plazo) se tengan que aplicar, según el sistema,  es que son necesarias  para salir de esta crisis en la que nos hallamos inmersos.

Tenemos las medidas, las ¿soluciones?, y ahora llegamos al punto álgido de la cuestión, los culpables. El poder ha diseñado desde hace mucho más tiempo del imaginado la estrategia del enfrentamiento entre nosotros consiguiendo desviar la mirada de los verdaderos culpables. El aparato propagandístico del sistema apoyado en los medios de comunicación visuales, como la televisión,  por el medio escrito, la prensa, o por medios auditivos, la radio, han convencido de que los culpables son los emigrantes, los funcionarios, los sin papeles, los parados, internet, las autonomías...

 Y funciona, una gran mayoría han quedado convencidos y piensan que son ellos los culpables.

¿Cuál sería el paso siguiente si tenemos identificados a los culpables? Ir a por ellos.

A los emigrantes que han ocupado puestos de trabajos que en este país nadie quería y se cobraba poco hay que expulsarlos.

A los funcionarios reducirles sus sueldos, eliminarles una paga extra, etc.

A los sin papeles... 

A los parados quitarles su prestación sin tener en cuenta su situación personal y familiar.

Internet, censurarla y pagar por cualquier uso que hagamos del servicio.

Las autonomías hay que hacerlas desaparecer y que todo quede centralizado.

Y ahora es cuando tiene significado el título que encabeza esta reflexión.

Y es que resulta sorprendente que en nuestra sociedad que se halla sumergida en una situación insufrible tanto a nivel económico como a nivel social lo que NO esté pasando es que:

Nadie señale a los verdaderos culpables de la situación actual aún sabiendo y teniendo la constatación de quienes son.

Nadie denuncie que quienes piden austeridad, estén viviendo en la mayor opulencia.

Nadie acuse que quienes aprueban leyes contra el fraude, protejan a las grandes fortunas que son las que provocan el mayor porcentaje de fraude que se produce en este país, o se anuncien amnistías fiscales invitando a estos defraudadores a que declaren pactando la sanción a aplicar, y sin embargo descarguen todo el peso de la ley en los contribuyentes de a pie.

Nadie se acuerde que de este país, por cuestiones políticas y económicas tuvieron que emigrar muchos ciudadanos a otros lugares de este mundo.

¿Nadie deduce que funcionario no sólo es la persona que nos atiende en una ventanilla?.

Funcionario es el médico de familia, el personal sanitario.

Funcionario es el bombero, el policía.

Funcionarios es el maestro.

Nadie denuncie que el político no gobierne con la ideología que en su programa electoral promete y por ello se le vota y solo se ofrezcan a gestionar las exigencias externas, o de los poderes financieros que son realmente los que nos gobiernan.

Nadie exija que solo se identifiquen los partidos políticos con vocales, como partido A, partido B, etc., ¿para qué llamarles izquierda, derecha si solo sirven a un único amo?.

Nadie se pregunte por qué se permite concentrarse en una plaza para celebrar el triunfo de un equipo futbolístico y nieguen el derecho de reunirse para reclamar por nuestros derechos.

Nadie proteste porque se incriminen a ciertas autonomías exigiéndoles un doble sacrificio a las del resto.

Es curioso, pero resulta que la técnica que emplea el sistema sea la misma que la del maltratador, que acaba convenciendo a su víctima de que el daño que le inflige es por su propio bien.

Soy consciente de que quedan muchos puntos que tratar pero esta reflexión se alargaría demasiado, y esos temas quedan emplazados para tratarlos individualmente en próximas reflexiones.

Terminaré con una pregunta : ¿Con este presente, no te da miedo el futuro?

 

 

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